martes, agosto 30, 2016

Claro, claro, claaaaro


La creatividad es esencial en todo porque cuando no lo es, se vuelve rutina. Rutinas Fernandez cada día se olvidaba algo en su minúsculo apartamento, dos habitaciones, sin luz solar, casi minimalista por lo escueto del espacio. Así, pues, cada día se dejaba algo en su hogar: el móvil barato, sus gafas, el dinero para poder pagar cualquier cosa incluso un saludo, a veces las llaves de su apartamento...

Un día, Rutinas Fernandez, harto de sus olvidos, decidió no slir de su casa pero, ah, se olvidó de que tenía que ir a trabajar y le despidieron. Cómo había una crisis inventada por los de arriba, sean quienes sean, no pudo encontrar un nuevo trabajo. Y sin trabajo, no tenia dinero para poder mantener su pequeño hogar y lo echaron de muy buenas maneras. Ahora vivía en la calle, seguía olvidándose las cosas pero la calle era inmensa, era una totalidad, siempre estaba en ella y, por tanto ya no podía olvidarse de sus cosas...

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