miércoles, noviembre 29, 2017

Qué bonito el capitalismo!


Pensaba yo, entre tanto murmullo y olor a fritanga, que era el elegido para ignorar el paso de firme de los segundos. Eso pensaba, pero para nada era así. Tod@s somos los elegidos porque somos egoístas y en nuestro egoismo, nos creeemos invencibles. Y en esta lucha de egos concocí a Davinia Mertínez. Era simpática, amiga de sus amig@s, una inteligencia por encima de a media y, realmente, era la elegida. Podía para el tiempo, podía volar, podía lograr la paz mundial o la aniquilación total y muchas cosas más. No miento, de verdad. Pero dejó de ser la elegida porque condunciendo un miércoles a las ocho de la mañana, se quedó dormida al volante, y sus poderes no sirvieron para nada porque murió sin enterarse de lo sucedido

Y así volvemos al principio de esta historia. Todavía sigo siendo el elegido. No es que me alegre de las muertes ajenas, pero la elegida ya no está y yo sí. Fin.




p.d.: Imagen Netflix

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